Todos hemos escuchado la famosa frase ¨un clavo saca a otro clavo”. Pero ¿será posible que una persona pueda sanar el dolor que causó una relación anterior, iniciando un nuevo vínculo amoroso?
Para la mayoría de las personas, romper con una relación resulta doloroso, y deja una huella profunda que en ocasiones se cree que si se sustituye rápidamente es posible encontrar una nueva relación que te haga sentir especial y sanado. Esto es falso y termina siendo un espejismo que decidimos creer para sentirnos mejor y ponerle un curita al dolor.
Una ruptura sentimental supone una pérdida, por lo que es inevitable pasar por un periodo de duelo, y asumir que se ha terminado; ahora será necesario reorganizar la vida y los pensamientos.
En ocasiones, a las personas les da miedo afrontar todo lo que la pérdida conlleva, saltándose el duelo y moviéndose hacia una nueva relación. De este modo, el dolor queda enmascarado por un nuevo amor, sin embargo, aunque queramos engañarnos, el dolor sigue allí, evitando crear vínculos con otras personas, provocando que estas relaciones rara vez funcionen.
Es importante no engañarnos al tratar de reemplazar a la expareja con un nuevo amor, por que seguramente quedarás atrapado en la inestabilidad, comparaciones y una posible ruptura, haciéndote sentir que hay algo malo en ti, mermando tu autoestima.